El consejero delegado del banco estadounidense JPMorgan Chase, Jamie Dimon, alertó este lunes que los aranceles adoptados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra casi todo el mundo se traducirán en un alza de la inflación y en un menor crecimiento económico. "Estos aranceles probablemente aumentarán la inflación y están haciendo que muchos consideren una mayor probabilidad de recesión. Incluso pese al reciente descenso de los valores de mercado, los precios siguen siendo relativamente altos. Estas importantes fuerzas y, en cierto modo, sin precedentes, nos hacen mantenernos muy cautos", indicó en una carta dirigida a sus accionistas.
En este sentido, el directivo ha indicado que la economía norteamericana ya estaba dando muestras de ralentización antes del 2 de abril, día en que se anunciaron aranceles mínimos del 10% contra prácticamente todos los países del mundo y del 20% en el caso de la Unión Europea, según consigna EuropaPress.
Según Dimon, los gravámenes tendrán un "resultado inflacionario" no solo sobre los productos importados, sino también sobre los fabricados dentro de los propios Estados Unidos, al encarecerse los insumos con los que se fabrican y ante el trasvase de la demanda hacia los artículos estadounidenses por el alza de los precios para los extranjeros.
"La forma en que esto afecte a los distintos productos dependerá, en parte, de su sustituibilidad y elasticidad de precios. Queda por ver si el catálogo de aranceles provoca o no una recesión, pero ralentizará el crecimiento", elaboró. De hecho, JPMorgan Chase elevó el viernes a un 60% la probabilidad de una recesión en Estados Unidos.
Dimon manifestó también su preocupación por el impacto que pueda tener la guerra comercial sobre las "alianzas económicas a largo plazo" de Estados Unidos, dado que la fragmentación podría beneficiar a los rivales de Washington.
"Si las alianzas militares y económicas del mundo occidental se fragmentaran, la propia América se vería inevitablemente debilitada con el tiempo", explicó. "Cuanto antes se resuelva este problema, mejor, porque algunos de los efectos negativos se acumulan con el tiempo y serían difíciles de revertir", agregó.
La guerra comercial
En medio de esta crisis global, Trump profundizó su ataque y lanzó una nueva amenaza a China: si no elimina los aranceles recíprocos del 34% con los que respondió la potencia asiática mañana martes, Estados Unidos le impondrá otro arancel adicional del 50% a las exportaciones chinas que ingresen a suelo estadounidense.
El mandatario republicano sostuvo que, pese a sus advertencias, ayer, “China impuso aranceles de represalia del 34%, que se suman a sus ya récord arancelarios, aranceles no monetarios, subsidios ilegales a empresas y una masiva manipulación cambiaria a largo plazo”. Ante esto, advirtió que el país asiático "se enfrentará de inmediato a nuevos aranceles sustancialmente más altos, además de los inicialmente establecidos”, por lo que el total representaría una sobretasa de más del 100% a las exportaciones chinas a Estados Unidos.
A través de una publicación en su cuenta de Truth Social, Trump consideró que los impuestos establecidos por el presidente Xi Jinping son “prolongados abusos arancelarios” contra la nación estadounidense.
En ese marco, aseguró que si no se concreta el retiro de estos aranceles se suspenderán todas las conversaciones con China sobre las reuniones solicitadas. “Las negociaciones con otros países que también han solicitado reuniones comenzarán de inmediato”, afirmó. Por la mañana, Trump ya había utilizado su red social para defender su decisión de mantener el estricto esquema de aranceles a la importación y criticar a China por el contraataque a sus políticas comerciales.