El mercado avisa: la debilidad política magnifica los desequilibrios económicos

El dólar atrasado, el déficit de la cuenta corriente cambiaria, las dificultades para llevar la inflación abajo de 1% son toleradas mientras el presidente Milei muestre que mantiene intacto su apoyo electoral que reflejan las encuestas. La estafa de $LIBRA puede detonar una inestabilidad económica.

20 de febrero, 2025 | 00.05
Luis Caputo y Javier Milei Luis Caputo y Javier Milei

El presidente Javier Milei enfrenta probablemente la gira más crítica de su gestión, en la que tendrá que demostrar que mantiene el favor de los principales actores de la política de Washington y está en capacidad de dar respuestas a las demanda del mercado antes de que la suma de desequilibrios macroeconómicos que fue acumulando en un año de gestión empiecen a imponerse en la lectura de los agentes económicos.

“El mercado suele mirar para adelante y adelante hay elecciones”, dijo un conocedor del comportamiento de los operadores que terminan por definir la estabilidad de la economía, como evaluación de la crisis que desató el fraude del lanzamiento de la memecoin $LIBRA, que abrió una crisis en el seno de la gestión de Milei.

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“La política marca la cancha. Vos podés tener un gobierno que viene haciendo los deberes con superávits gemelos, pero si quien lidera ese movimiento político empieza a perder intención de voto, el mercado comenzará a darse vuelta”, completó el análisis en la red social X la cuenta identificada como @chinowz, seguida por lo más selecto del mundo financiero y económico. El problema que se le presenta a Milei es que se combina la pérdida de capital político con desequilibrios macroeconómicos que van manifestando el agotamiento del modelo económico que planteó hace poco más de un año.

Dos bancos de inversión, el Morgan Stanley y el Goldman Sachs, sacaron esta semana informes para destacar la solidez del ajuste fiscal del equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, y el martes hubo intervenciones por el triple del volumen habitual (que fue adjudicado a organismos del Estado, como Anses, y a “manos amigas”) para revertir la caída que expresaban los activos financieros argentinos.

El Banco Central también juega fuerte, con ventas masivas de dólares en el mercado financiero para frenar la disparada de la divisa y controlar la brecha, el principal factor de generación de expectativa de devaluación que se traslada en aceleración de los precios. Esas “manos amigas” se espera que se mantengan jugando hasta evaluar el apoyo que cosecha el presidente Milei en la presencia que este jueves, viernes y sábado tendrá en Washington, donde se verá con el cuestionado Elon Musk y tendrá una reunión clave con Kristalina Georgieva, titular del FMI, y finalmente expondrá en la Conferencia de Acción Conservadora.

El tiempo se agota para Javier Milei

Si la gira no termina con una foto con Musk, el anuncio de un acuerdo con el FMI y una cálida recepción en el congreso conservador (donde se aspira a la foto con Donald Trump), el mercado podría evaluar que el tiempo de Milei se va agotando. Por lo pronto, una primera encuesta conocida en el país, de Giacobbe asociada al oficialismo, marcó un aumento de 10 puntos en la imagen negativa del presidente Milei. Si bien la imagen positiva apenas perdió menos de un punto, de 50,1% en enero a 49,6% en febrero, todas las regulares (12,5% en enero) se convirtieron en negativas que subió de 36,2% a 46,6%, mientras las regulares quedó en 2,9%.

El resultado de la balanza comercial de enero, con un exiguo saldo positivo de U$S 142 millones, anticipa el fin de uno de los famosos saldos gemelos, el del frente externo, producto de la aceleración de las importaciones que aprovechan el dólar barato y el menor dinamismo de las exportaciones que terminan dependiendo solo del resultado del complejo agroexportador sobre el que tiene una menor incidencia el tipo de cambio. 

Las importaciones, en enero, sumaron U$S 5.748 millones, con un incremento interanual de 24,6%, explicado principalmente por un aumento de 37% en las cantidades importadas, mientras que los precios disminuyeron un 9%. Por ahora, el efecto de la caída de importación de energía está dando margen al incremento del resto de las compras externas, pero ese efecto se irá licuando con los meses reflejando las menores compras de energía que hizo la administración de Milei, tanto por el efecto de la puesta en funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner (rebautizado por esta gestión como Perito Moreno, como único aporte a la obra pública) como por la decisión de restringir las compras por la menor disponibilidad de divisas.

“Para los próximos meses, creemos que la excelente performance del sector de hidrocarburos podrá compensar o morigerar el impacto del fuerte aumento de las importaciones de bienes de consumo derivado de la apreciación cambiaria”, fue la lectura optimista del banco de inversión CMF.

En enero, solo el consumo en dólares con tarjeta de créditos fue de U$S 864 millones, lo que anticipa un nuevo resultado negativo de la cuenta corriente cambiaria, que acumula siete meses en rojo. El déficit externo se viene cubriendo con endeudamiento del sector privado, por unos US$20.000 millones entre Obligaciones Negociables y créditos bancarios el año pasado, y del BCRA, US$11.000 millones el año pasado y otros US$2.700 millones este año.

Esas canillas de financiamiento empiezan a manifestar agotamiento, con un crecimiento muy rápido de la relación entre créditos y depósitos en dólares, que vienen sufriendo un goteo permanente que significó perder casi US$4.000 millones desde el pico alcanzado con el blanqueo de capitales.

Y la inflación, principal argumento político del Gobierno, sigue mostrando resistencia a converger a cero, como necesita el programa económico y como debería surgir del brutal ajuste sobre el ingreso de la sociedad y la recesión económica. Este miércoles se conoció la inflación mayorista, que sigue alta, de 1,5% en enero, como promedio entre el incremento de 1,6% de los productos nacionales y de 0,5% de los importados (en este caso, suben muy por debajo del paso devaluatorio, que fue 2% en enero y bajó a 1% en febrero).

La inflación mayorista de enero casi duplicó el 0,8% de diciembre, cuando los productos nacionales subieron 1% y los importados tuvieron una deflación de 1,6%. Si se mantiene esa resistencia, se profundizará el atraso cambiario y agravará los desequilibrios macroeconómicos, que solo puede disimular un apoyo político al presidente Milei pero que se pueden exponenciar si la expectativa electoral del oficialismo decae.