La aprobación del DNU para apoyar un futuro acuerdo con el FMI en el Congreso no implicará el fin del ruido sobre el dólar de la última semana. Analistas consideran que la incertidumbre seguirá al menos hasta que se firme el acuerdo técnico con el organismo y entienden que el mercado ya comprendió que habrá un cambio en el crawling peg del 1%. En ese sentido, el Gobierno dependerá de anticipar algunos puntos clave del nuevo programa o de la llegada de la cosecha gruesa para calmar las expectativas negativas durante abril.
La semana pasada, el dólar futuro llegó a tener subas diarias del 5% en el mercado Rofex. El estimado para fines de abril alcanzó a cerrar a 1.167 pesos el martes, lo que supondría una devaluación del 7,7% para ese momento. En pocas palabras, el mercado estimó una suba del tipo de cambio muy por encima del aproximadamente 1,5% que indicaría el crawling peg estipulado para esa fecha por el Banco Central.
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Aunque los días siguientes los contratos de futuros rebotaron a la baja, lo hicieron solo parcialmente y cerraron la semana un 1,6% arriba respecto al viernes 14 de marzo.
Fueron días complicados para el equipo económico, durante los cuales el BCRA debió vender un neto aproximado de 1.300 millones de dólares en las cinco ruedas hábiles. Una muestra de que los inversores desarman cada vez más posiciones en pesos, previendo que una aceleración de la devaluación hará más atractivas las inversiones en dólares y menos atractiva a la tasa de política monetaria actual, del 2,8%. En suma, una crisis del carry trade que Luis Caputo había vuelvo a incentivar a inicios de febrero con la ralentización del crawling peg al 1%.
Evidentemente, la aprobación del DNU para apoyar un futuro acuerdo con el Fondo, el miércoles pasado en la Cámara de Diputados, no alcanzó a conformar al mercado. La incertidumbre, al contrario, siguió siendo alimentada por las declaraciones de las máximas figuras del Gobierno.
Primero, Caputo admitió el lunes pasado, en una entrevista con Antonio Laje en A24, que "la idea" del Gobierno es virar hacia un esquema de flotación libre. Aunque aseguró que eso ocurrirá "cuando cumplamos con las tres condiciones: que se acomode la base monetario, que el nivel de inflación converja al del crawling peg (ritmo de devaluación del peso) y podamos capitalizar el Banco Central", la frase del ministro no hizo más que aumentar las especulaciones sobre si se trata de una exigencia del propio FMI.
Luego, Javier Milei declaró que el acuerdo técnico con el FMI estaría firmado recién "a mediados de abril". Si bien buscó así llevar certidumbre a los mercados, lo cierto es que no hizo más que confirmar que el DNU se envió y se aprobó mucho antes de que estuviera cerrado el programa final, y dejó claro que habrá por delante al menos tres semanas calientes.
Dólar y FMI: qué pasará en abril, según los expertos
En este contexto, analistas estiman que el ruido en los mercados probablemente continúe durante las próximas semanas que, según Milei, restan hasta que se conozca el acuerdo técnico.
"El mercado se dio cuenta de que, para conseguir la plata (del FMI), el Banco Central tiene que cambiar el esquema actual", advirtió Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go, a El Destape. Para él, los ruidos de la semana pasada dejaron dos cambios "permanentes", al menos en el corto plazo: la sensación de que "vas a tener un ajuste del tipo de cambio en abril" y de que "las tasas de interés van a ser más altas".
"Hasta ahora todo el equipo económico venía diciendo que iba a seguir igual (el esquema cambiario), e incluso bajó en febrero el crawling al 1%", pero "el disco rayado que venían repitiendo todos los días lo cambiaron. Caputo no dijo lo mismo de siempre en lo de Laje, y eso fue lo que comprendió el mercado", alertó Menescaldi.
Para Haroldo Montagu, ex viceministro de Economía y socio de la consultora Vectorial, afirma que los vaivenes del dólar de la semana pasada "no van a ser aislados en la medida en que no haya más claridad" respecto al programa con el FMI. Al respecto, señaló que los puntos clave van a ser "el monto, la fecha y la frecuencia de los desembolsos".
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Es decir, el Gobierno podría ir adelantando alguno de estos aspectos del programa con el Fondo en caso de estar virtualmente confirmados pese no darse a conocer todavía el acuerdo técnico, para llevar así calma a los mercados. Sin embargo, Montagu alertó que "en caso de que el monto sea menor al que el mercado espera, eso puede contribuir a sostener la volatilidad y acrecentar la volatilidad financiera".
Joel Lupieri, analista financiero de la consultora EPyCA, resalta que la chance para que el ruido sobre el tipo de cambio se calme en las próximas semanas estará dada por el factor de la cosecha. "En la medida de que el Banco Central pueda retomar su senda de compras de divisas, esto debería cesar, pero es difícil de predecir. Estos días debería entrar la gruesa de la cosecha y por eso podemos pensar que las el BCRA no va a seguir vendiendo", anticipó.
Por su parte, fuentes del sector bancario con las que habló El Destape desmintieron que haya habido algún pedido de parte del BCRA por la suba del tipo de cambio, pero admitieron que "va a existir ruido y ansiedad en los mercados" y que eso "no llama la atención porque está dentro de las especulaciones lógicas ante el cierre de un acuerdo con el FMI".
Aun así, las fuentes añadieron que "por el blanqueo, los bancos tienen altísimos niveles de depósitos en dólares" y que "no se ve un clima de retiro masivo de pesos ni de dólares". Para algunos, esta perspectiva de los bancos puede traer certidumbre. Para otros, el hecho en sí mismo de que los bancos deban salir a llamar a la calma constituye, en verdad, un hecho que enciende las alarmas.