La sostenida caída de la actividad económica desde fines de 2023 se tradujo en un aumento de la pobreza a ritmo acelerado que, en lo concreto, se plasma en el marcado aumento de trabajadores que no llegan a cubrir sus necesidades básicas. En este escenario y a un año del comienzo del gobierno de Javier Milei, pocos son los que ganaron y muchos los que perdieron si se pone la lupa en el derrotero salarial a lo largo de los meses. Al respecto, un informe mostró que “hay una brecha sostenida entre salarios privados registrados, no registrados y públicos y si se observan los salarios de los privados no registrados, esa brecha se profundiza”. Esta es una de las primeras conclusiones presentadas por el Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz (CESO) que indagó en la evolución salarial real en 2024.
En relación, destacaron que existe una brecha de unos quince puntos entre la caída de los sectores privados no registrados y públicos respecto de enero 2023 y la caída que evidencia el privado registrado comparado con igual periodo de tiempo. No obstante, un punto no menor tiene que ver con que se profundizó, además, la brecha al interior del propio sector privado, en tanto de diez ramas sectoriales analizadas solo tres mostraron crecimiento: Hoteleros y gastronómicos (+7,3%) Alimentación (+6,1%) y Camioneros (2,9%). En contraste, los más perjudicados fueron Comercio (-21,1%) y Transporte (-14,3%).
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Se suma a este panorama la situación del Salario Mínimo, Vital y Móvil que no registra crecimiento real desde agosto del 2023, así como del haber mínimo jubilatorio que estuvo en rojo durante diez meses del año y llegó en marzo pasado a caer 41%.
Muchos perdedores, pocos ganadores
No es novedad que el mundo del trabajo argentino evidencie un comportamiento cada vez más heterogéneo y fragmentado en los ingresos y las condiciones laborales de las y los trabajadores, no obstante, un informe reciente indicó que ello se profundizó en el primer año de gestión libertaria con la mayor parte de los rubros de la economía perdiendo capacidad de compra en los ingresos.
Una primera distinción tiene que ver con la realidad de los sectores. “Existe una sostenida brecha entre salarios privados registrados, no registrados y públicos. Si se observan los salarios de los privados no registrados, la brecha se profundiza”, alertaron desde CESO y detallaron que tanto los salarios públicos como los privados no registrados se encuentran 18,7% por debajo de enero 2023, en tanto que el sector privado registrado aún está 3,7% por detrás.
En la misma línea, según el Índice de Salario Básico Real por rama de actividad que elabora el propio centro de estudios, relevaron qué sucedió con la evolución del poder adquisitivo del salario básico de distintas ramas de la actividad económica.
“Dentro de los salarios privados se observa alta heterogeneidad en las negociaciones paritarias”, señaló el informe. Los datos mostraron que, a noviembre, de diez ramas analizadas solo tres tuvieron mejoras reales interanuales: Hoteleros y gastronómicos (+7,3%), Alimentación (+6,1%), y camioneros (+2,9%) mientras que las más perjudicadas fueron Empleados de comercio (-21,1%), Transporte (+14,3%), Docentes Santa Fe (-10,7%) y Construcción (-5,8%).
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En tercer lugar, se indagó en los ingresos que aparecen, sin dudas, como los más golpeados por la recesión económica y el programa de ajuste del gobierno nacional: el Salario Mínimo, Vital y Móvil y las jubilaciones. En el caso del SMVyM advirtieron que “no registra crecimiento real desde agosto del 2023”, como consecuencia, “mostró una caída interanual del 29,8% a octubre del 2024”.
Por su parte, el haber mínimo jubilatorio estuvo en rojo durante diez meses del 2024. “Si hubo un sector profundamente afectado es el que cobra este haber mínimo, la política económica nacional y el congelamiento del bono pulverizaron los haberes de los jubilados”, señalaron desde el CESO. En ese sentido, “registró la caída interanual más profunda en marzo del 2024 (-40,9%) y recién en el anteúltimo mes del año se observa una recuperación (+8,2% interanual)”.
Golpe al bolsillo laburante
El derrotero a la baja en el poder adquisitivo de los ingresos se siente en la subsistencia cotidiana de las familias. Desde el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) de la provincia de Córdoba informaron que, en noviembre, el 58% de los hogares no pudo acceder a la totalidad de los alimentos que conforman la Canasta Básica Alimentaria (CBA). A su vez, de los hogares que sí pudieron acceder a la totalidad de los productos de la canasta, el 73,9% necesitó de asistencia estatal (AUH/ Tarjeta Alimentar).
A este grave panorama se suma que el 10,8% de las familias encuestadas por el centro de estadística dijo que, por falta de recursos, algún integrante de su hogar sólo comió una vez al día o dejó de comer todo un día y un 17,1% expresó que “tuvieron que hacer algo que hubieran preferido no hacer para conseguir alimentos, tal como pedir dinero o pedir comida”. Asimismo, el 88,7% de los hogares financiaron alimentos al fiado (40,5%), con Tarjetas de Créditos (38,8%) y/o con dinero prestado (9,4%).
Esto se da en un marco donde el empleo formal si bien en agosto frenó el periodo de once meses de caídas ininterrumpidas (aunque apenas creció un 0,06%) acumula, comparado con noviembre de 2023, la pérdida de más de 195.000 puesto de trabajo: 138.000 en el sector privado, 43.000 en el público y 13.000 en casas particulares. Así las cosas, “de mantenerse este ritmo, se estima que se demoraría dos años en recuperar los niveles de consumo de 2023” alertó el IETSE.