Suba de tarifas, ola de calor y riesgos de cortes, el cóctel en energía del Gobierno

Luego de un diciembre fresco, el sistema energético se enfrenta a la primera ola de calor del verano. El gGbierno podría ir a cortes programados para la industria. Será clave Brasil.

15 de enero, 2025 | 00.05

En los próximos días al menos 14 provincias del país tendrán altas temperaturas y en algunas zonas como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se esperan máximas de hasta 38°. En los picos de calor la demanda de electricidad podría superar el récord histórico. El sistema operará al límite y será clave cuánta energía pueda importarse desde Brasil y si serán necesarios los cortes programados para las grandes industrias. En la misma semana, el Gobierno llamó a audiencias públicas para aumentar las tarifas.

Será la primera prueba de fuego para el sistema energético luego de la advertencia de posibles cortes masivos que hizo en junio la compañía Cammesa, que administra el mercado eléctrico mayorista, cuando señaló en un informe que la demanda iba a llegar a los 30.700 MW y que posiblemente iba a faltar energía este verano.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Según prevé Cammesa, el jueves y el viernes de esta semana la demanda será de 29.553 MW y 29.662 MW, respectivamente, y podría superará el récord del 1° de febrero de 2024, cuando llegó a los 29.653 MW a las 14:48, que fue el día que la Argentina consumió más electricidad en su historia.

Las temperaturas frescas de diciembre y comienzos de enero le permitieron al gobierno atravesar sin problemas una de las épocas más críticas del año. Pero ahora, en la tercera semana enero, se esperan cuatro días consecutivos de altas temperaturas, tanto máximas como mínimas, y los segmentos de generación, transporte y distribución operarán muy exigidos. “El riesgo de cortes es real, después hay que ver qué tan grandes pueden ser”, reconoció a El Destape una fuente del sector.

Situación crítica

Cammesa alertó a las distribuidoras provinciales que en los próximos días esperaba un fuerte aumento de la demanda. Hay provincias como Chaco que ya advirtieron a los usuarios de posibles colapsos. La distribuidora provincial Secheep desplegó más personal y pidió a la comunidad “un uso responsable del recurso eléctrico”.

Una de las claves a tener en cuenta es que no haya ningún problema grave en la generación como la salida de operación de una turbina. Justamente eso mismo pasó el fin de semana pasado, cuando dejaron de funcionar tres de las cuatro turbinas del complejo hidroeléctrico Los Nihuiles en Mendoza luego de una fuerte tormenta que inundó la sala de máquinas. En rigor, la hidroeléctrica dejó de generar 240 MW que podrían ser claves el próximo jueves. Al igual que en Chaco, en Mendoza también pidieron “cuidar la energía”.

Todo esto ocurre en la misma semana que el gobierno llamó a dos audiencias públicas para establecer un marco regulatorio de cinco años de ajustes de tarifas.

El próximo 6 de febrero se hará la audiencia convocada por el ENARGAS para una Revisión Quinquenal Tarifaria para los segmentos de transporte y distribución de gas. Además, el ENRE convocó para el 27 de febrero a una audiencia sobre la Revisión Quinquenal de las Tarifas. A cambio, el gobierno le pidió a Edenor y Edesur reducir a la mitad la duración y frecuencia de los cortes en el AMBA.

Distribución, transporte y generación

Las redes de distribución en el AMBA son las mismas que hace baste tiempo. Los riesgos de cortes son idénticos al de años anteriores. En transporte y generación puede haber problemas más serios, ya sea por un colapsó de una línea de alta tensión o la salida de operación de una turbina térmica vieja. En el parque de generación todavía hay máquinas de hace 50 años.

El gobierno lanzó un plan de contingencia, pero más allá de alguna medida para este verano, es un esquema que –de concretarse- podría traer beneficios recién para el mediano y largo plazo. Lo cierto es que para estos meses de calor el gobierno puso a disposición energía móvil (los containers con generadores enormes), pero no se explicó quién asumirá el costo del combustible que alimenta a estos motores, que además son muy caros. También puso disponibles cuatro transformadores de reserva en líneas de alta tensión del AMBA, Córdoba, Santa Fe y Corrientes, donde se concentra el 60% de la demanda.

En generación, lanzó un esquema de remuneración adicional a las empresas que pongan disponibles máquinas viejas, que son más costosas. La intención es poner en funcionamiento todo lo que se tiene a mano para evitar la falta de energía.

La importación de electricidad de países vecinos será determinante para superar la ola de calor. La Argentina va a depender fuertemente de la región y, sobre todo, de Brasil, que permite la inyección de hasta 2.200 MW al Sistema Argentino de Interconexión (SADI), una potencia nada despreciable en las horas críticas. Para esto, debería estar aceitado el acuerdo de intercambio energético con el gobierno de Lula.

En el caso de que no alcance la energía, el plan del gobierno incluye que los grandes usuarios (industrias, cementeras, químicas, entre otras grandes plantas) apaguen sus máquinas de manera voluntaria en los picos de consumo. Si eso ocurre, el Estado remunerará a estas industrias por la energía que dejen de consumir.