El Gobierno se asustó con los gobernadores y no ingresará carne con hueso a la Patagonia: los motivos que explican la marcha atrás

El gobierno nacional actuó de manera inconsulta y en La Patagonia hirvieron de la bronca. Los productores vieron amenazado su esquema de negocios y los gobernadores lo hicieron notar. Caputo dio marcha atrás y no se esperan novedades por la especulación electoral.

18 de marzo, 2025 | 19.32
Carne. Carne.

El Gobierno dio marcha atrás y postergó por 90 días el permiso para ingresar carne con hueso a la Patagonia, una resolución buscaba que el precio del producto en la región baje drásticamente; pero que iba a pulverizar el negocio de los ganaderos patagónicos. El llamado de alerta de los gobernadores de la región hicieron retroceder a Nación, que se movilizó de manera inconsulta y con estripe unitario, una actitud que caracteriza a la gestión de Javier Milei.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó este martes por la mañana una resolución que eliminaba la prohibición de 23 años para el ingreso de carne vacuna con hueso a la región patagónica desde el resto del país.  Pero tras el rechazo de productores ganaderos, la medida fue postergada por 90 días. Los sureños vieron amenazada la categoría de región libre de aftosa sin vacunación -además de la desventaja que produciría en términos logísticos y costos estructurales- y las críticas expresadas por los gobiernos provinciales hicieron mella en la Ciudad de Buenos Aires, donde se tomó la decisión.

En concreto, la medida cambiaba las condiciones sanitarias para el ingreso de carnes con y sin hueso desde zonas libres de aftosa con vacunación hacia regiones sin vacunación. La fiebre aftosa es una enfermedad viral que afecta a los animales de pezuña hendida, como los bovinos, ovinos, caprinos y porcinos. Uno de los objetivos del levantamiento de la barrera sanitaria era reducir el precio de la carne con hueso, que en la Patagonia maneja valores hasta un 100% superiores a los del centro y norte del país. 

Desde el Gobierno especulaban con que la llegada de carne con hueso desde frigoríficos del norte aumentaría la oferta y reduciría los costos para los consumidores. Sin embargo, la experiencia con la carne sin hueso, que ya pasaba sin problemas, refleja que los precios en la Patagonia siguen muy por arriba del promedio nacional. Lo cierto es que la decisión del Senasa impactaría gravemente al modelo de producción ganadera patagónica basada en la demanda interna protegida. 

La prohibición original se fijó en 2001 tras un rebrote de la fiebre aftosa en Argentina, lo cual llevó a una regionalización del país en zonas con y sin vacunación. La Patagonia fue declarada zona libre de aftosa sin vacunación, lo que le permitió exportar carne a países que exigen esta condición. La contrapartida de esta doble vara fue el desabastecimiento y precios más altos en el mercado interno. En síntesis: no hay suficiente carne con hueso para satisfacer la demanda local.

A raíz de la noticia publicada en el Boletín Oficial, los ganaderos patagónicos hirvieron ante la chance de perder su estatus sanitario y los beneficios comerciales adquiridos. La eliminación de la prohibición también permite el ingreso de carne desde el exterior, lo que podría aumentar la competencia en el mercado local. 

La presión de los gobernadores

Apenas se dio a conocer la suspensión de la medida por 90 días, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, expresó en la red social X: “En diálogo con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Ganadería, Juan Pazo, hemos acordado la suspensión por 90 días de las medidas adoptadas a través del Senasa para el ingreso de carne con hueso desde las zonas libres de fiebre aftosa con vacunación hacia las regiones del país donde no se aplica dicha vacunación. Durante este periodo, estableceremos una mesa de trabajo con los gobernadores de la Patagonia bajo tres preceptos fundamentales: trabajar junto a los productores para potenciar las economías regionales, establecer normas específicas que salvaguarden la sanidad y el estatus sanitario, y lograr coherencia en el establecimiento de precios para que los consumidores no sean los principales perjudicados”. Según comentó una fuente sectorial a El Destape, la medida no será suspendida por 90 días, sino que no se esperan movimientos hasta después de las elecciones legislativas.

Por su parte, el ministro de la Producción de Santa Cruz, Gustavo Martínez, disparó contra el gobierno nacional porque “pone en riesgo a la producción local" y por eso permanecen en "alerta y totalmente en contra de la misma", al tiempo que mantienen "comunicación con los ministros de la Producción de las diferentes provincias de la Patagonia, sosteniendo la defensa de la región en contra de esta resolución que no beneficia más que a un resto de productores que, seguramente, deben ser amigos o cercanos al poder, y por un negocio chiquito van a perjudicarnos a todos”.

Entre los principales beneficiarios de la medida figuran los frigoríficos de la provincia de La Pampa, que están habilitados para comercializar carne bovina con tránsito federal y exportación. La marcha atrás evidencia la ausencia de federalismo y la notable ambición de tensionar con las provincias desde el gobierno central. Con una imagen cada vez más debilitada en Casa Rosada, los gobernadores demostraron su poder de fuego de cara a las elecciones.