Luego de que el Gobierno anunciara una reducción del ritmo de devaluación -crawling peg- al 1% mensual, el mercado respondió con una fuerte ayudita hacia el Ministerio de Economía. Su titular, Luis Caputo, logró colocar el doble de la deuda en pesos que tenía vencimientos por estas horas. Según la información oficial, se emitieron letras por 3,49 billones de pesos. Los inversores se aseguraron mayores rendimientos por colocaciones a mayor plazo y un “carry trade” todavía jugoso para el sector financiero.
“Se recibieron ofertas por un total de valor efectivo de $ 4,10 billones, adjudicando un total de valor efectivo $ 3,49 billones. El producido de esta licitación, por encima de los vencimientos de $ 1,69 billones, será depositado en la cuenta del Tesoro Nacional en el Banco Central de la República Argentina”, indicaron desde la Secretaría de Finanzas a través de un comunicado oficial. ¿Habrá sido la respuesta al negocio del carry trade?
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Una posible respuesta la brindó Federico Machado, analista de la consultora Economía Open. “Con el crawling baja al 1%, la tasa actual en pesos pasa de un rendimiento del 8,5% anual en dólares a oficiales al 22,2% anual”, sostuvo.
En el mismo día donde el Tesoro logró colar el doble de la deuda en pesos con vencimientos cercanos, el Banco Central compró 79 millones de dólares. Sin embargo, las reservas brutas internacionales cayeron por tercera rueda seguida. En esta ocasión retrocedieron 89 millones de dólares hasta los 30.614 millones. Esto se explicó por pagos a organismos multilaterales de crédito, según indicaron desde el BCRA.
Los cambios en el crawling peg se encuentran en el centro de la escena financiera. La administración de Javier Milei había anunciado que avanzaría con los cambios en la variación mensual de la devaluación, si la inflación de diciembre llegaba al 2,5%. Con una variación general de precios del 2,7% y una inflación núcleo por arriba de ese guarismo, el Gobierno nacional procedió a bajar el ritmo de crawling peg, contradicciones al margen.
“Se me vino a la cabeza una frase de Federico Sturzenegger del 2017, ´cambiar las metas es no tener metas´, son cosas que quedan marcadas y sirven como aprendizaje. El ancla cambiaria es una estrategia que busca contener la inflación a corto plazo al mantener el tipo de cambio por debajo de su nivel de equilibrio. Sin embargo, esta política tiene efectos secundarios que comprometen la estabilidad económica en el mediano y largo plazo. La competitividad de las exportaciones argentinas se ve erosionada”, manifestó el analista Christian Buteler a través de su cuenta de X.
Para este analista, la administración Milei sigue sosteniendo las tensiones cambiarias heredadas y potenciadas desde la actual gestión. “Marcar estos desequilibrios cambiarios no implica abogar por una devaluación, sino por un tipo de cambio libre para que todos los precios de la economía tiendan al equilibrio y así poder establecer las bases para un crecimiento sano y sostenible”, concluyó Buteler.
Lo que no se dice
Para el analista Diego Giacomini, director de la consultora Economía & Ética, la baja del ritmo del crawling peg representará “un negocio para pocos”. “El control de precios de la tasa de interés al 32% anual y el control de precios del crawling peg al 1% mensual es el negocio de unos pocos llamados casta a expensas de casi todos”, manifestó Giacomini, antiguo compañero de ruta de Milei.
Con el crawling baja al 1%, la tasa actual en pesos pasa de un rendimiento del 8,5% anual en dólares a oficiales al 22,2% anual. Probablemente, bajo este escenario, el próximo paso de las autoridades sea analizar la situación de la tasa de interés de referencia del BCRA. La última baja en la tasa de referencia tuvo lugar a fines de noviembre, cuando el BCRA la llevó desde 35 a 32 por ciento. Este jueves habrá una nueva reunión de directorio en el BCRA donde se podría avanzar con una reducción de casi 10 puntos en la tasa de política monetaria.
La otra cuestión escamoteada tiene que ver con el ritmo de la inflación, que pasó del 2,4% en noviembre al 2,7% en diciembre. “La decisión de reducir el crawling peg al 1% muestra la imposibilidad de reducir la inflación a los niveles deseados y coherentes con el apretón monetario y ajuste llevado adelante que, se supone, debería tener efectos a la baja, pero ni noticias”, sostuvo Hernán Letcher, titular del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), quien agregó:
“Más allá de lo que diga Caputo, la inflación rebotó. Peor aún, la inflación núcleo se incrementó hasta 3,2%. ¿Se acuerdan cuando Milei decía que iba a reducir el crawling cuando la núcleo convergiera con el tipo de cambio. Por eso el gobierno apela a las anclas tradicionales: tipo de cambio (reduce el crawling) y los salarios (no homologa por encima de 1%)”.