Milei intentó justificar el acuerdo con el FMI y prometió más ajuste

El presidente Javier Milei salió a defender el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como una estrategia para "sanear el Banco Central" y "exterminar la inflación", según expuso en una columna publicada en el diario La Nación. En su argumentación, el mandatario reafirmó que su política económica se centra en eliminar la emisión monetaria y en reducir el déficit fiscal, adelantando que el ajuste continuará sin contemplaciones.

Según Milei, el deterioro patrimonial del Banco Central es la causa estructural de la inflación en Argentina. En ese marco, justificó el acuerdo con el FMI al afirmar que los fondos que ingresarán permitirán reducir la deuda del Tesoro con el BCRA sin incrementar la deuda bruta del país. "El acuerdo con el FMI busca restaurar el patrimonio del BCRA para que la inflación sea solo un mal recuerdo del pasado", escribió.

Sin embargo, el plan implica continuar con una fuerte contracción del gasto público. "Si hace falta mayor resultado fiscal, lo alcanzaremos recortando el gasto", adelantó el Presidente, reafirmando su compromiso con el ajuste como principal vía para reducir el desequilibrio económico. Además, señaló que su administración ha trabajado en frenar la emisión de dinero, al tiempo que implementó un "rate-off" (reconocimiento de pérdidas) por US$45.000 millones en títulos públicos y transfirió deuda del Banco Central al Tesoro.

Con pretendida retórica técnica y en tono de campaña, Milei responsabilizó a gestiones anteriores por el estado financiero del país, denunciando lo que denominó "estafas monumentales" por parte de los gobiernos previos. Según su cálculo, la "política" habría "robado" US$110.000 millones a través del BCRA en los últimos 25 años, lo que explicaría, según su visión, el colapso económico y el ascenso de la inflación.

Acorralado por la falta de dólares y el atraso cambiario, el Gobierno se encomienda al FMI ratificando el ajuste como eje central de la política oficial. Al cabo de un año de mandato, los efectos de esas medidas se sienten en la economía real, con una caída del consumo, mayor recesión y crecientes reclamos sociales por el impacto de las políticas de reducción del gasto.