La represión más brutal desde 2001, las razias en estaciones de tren, los infiltrados policiales y el accionar de los agentes de inteligencia en asuntos nacionales son algunas de las pinceladas del Proceso que nos dejó el gobierno de Javier Milei en los últimos días. Pero las similitudes con la última dictadura cívico-militar no se corresponden solamente con la oscuridad de la persecución. A pesar de venderse como lo inédito en la historia, el programa económico de La Libertad también se emparenta con el ideario de José Alfredo Martínez de Hoz.
Solo para citar la principal problemática de la coyuntura, el Gobierno acaba de lograr que el Congreso valide el DNU que contiene las bases políticas del acuerdo con el FMI. El principal argumento esgrimido por los funcionarios para tomar más deuda es que el préstamo es necesario para profundizar la baja de la inflación y fortalecer el rumbo económico. Historia conocida.
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Tras el golpe del 24 de marzo de 1976, se firmaron cuatro acuerdos de financiamiento. El primero fue concretado en agosto de aquel año, por iniciativa de Jorge Rafael Videla y su ministro de Economía, José Martínez de Hoz, por un monto de U$S 300 millones. En noviembre de 1977, se firmó un segundo stand-by, con objetivos como los de “fortalecer la balanza de pagos” y “reducir la tasa de inflación” a fin de “generar las bases para un renovado crecimiento económico”. Podrían ser palabras de un troll libertario.
Ya en 1983, Reynaldo Bignone firmó dos acuerdos más: un ‘compensatory financing facility’ por U$S 550 millones de entonces, y un nuevo stand-by, por U$S 1.500 millones de aquel momento (1,4% del PBI). Tanto la dictadura como Milei debieron ir corriendo detrás del prestamista de última instancia.
La coincidencia entre Milei y Martínez de Hoz: que no comas carne
El precio de la carne es un motivo de preocupación recurrente cuando la inflación comienza a despegar debido a la fuerte incidencia que tiene en la ponderación del Indice de Precios al Consumidor. En distintos períodos de la historia, los gobiernos apelaron a diversas herramientas para intentar contener las subas: fijación de precios máximos, acuerdos voluntarios de precios e incluso la creación de un índice de precios “sin carne”. El ideólogo fue Martínez de Hoz. En julio de 1979, la inflación se había vuelto imparable para el gobierno de facto y la carne estaba entre las principales impulsoras al haber registrado una suba anual de 300 por ciento. Entonces, el exministro lanzó un índice de precios que no contemplaba las carnes rojas ni sus preparados.
Hace algunos días, Milei consideró a la inflación de febrero (2,4%) como un "dato clave" por analizarlo de la siguiente forma: "Si limpiamos el efecto puntual de lo que ha pasado con la carne, la tasa de inflación hubiera sido del 1,8%. A su vez, marzo también tiene temas de estacionalidad, pero de mantenerse el rumbo económico, en abril/mayo se podría estar quebrando el 2%". Es decir, el jefe de Estado pretende quitar una variable del peso dentro del índice para hacer creer que la inflación sería más baja a la publicada.
La campaña tenebrosa que Milei ni siquiera pudo cumplir
Previo al balotaje de 2023, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), una institución dedicada al análisis de los fenómenos políticos, económicos y sociales de los países de América Latina y el Caribe, elaboró un informe en base a las propuestas económicas de Milei que estaban incluidas en el programa presentado por La Libertad Avanza a la Justicia Nacional Electoral. Más allá de las promesas incumplidas, como la dolarización, resulta llamativo compararlas.
En un didáctico cuadro, se muestran las 27 propuestas tomadas para el análisis que resumen el plan económico de Milei y se las contrasta con las propuestas de otras tres experiencias conocidas de políticas neoliberales en Argentina: la dictadura con la conducción económica de Martínez de Hoz entre 1976 y 1983, el programa económico diseñado y conducido por Domingo Cavallo durante los gobiernos de Menem y De la Rúa entre 1991 y 2001 y, por último, la experiencia de cuatro años de gobierno de Mauricio Macri y sus cuatro ministros de Economía entre 2016 y 2019.
Sólo tres propuestas son originales de Milei, es decir, no tenían antecedentes en alguno de los otros tres gobiernos: eliminar el Banco Central, eliminar la coparticipación e implementar los vouchers educativos. Es decir, sólo el 10 % de las políticas propuestas son originales si se las compara con el conjunto de las implementadas por estos tres gobiernos. Y en cuanto al match del plan del presidente electo con esas tres experiencias, su programa económico coincidía en un 70% con la política económica impulsada por Cavallo, Menem y De la Rúa.
Con un escalofriante 68% de similitudes, el plan de Milei se parece al que puso en funcionamiento Martínez de Hoz y la Dictadura. A poca distancia, con un 63% de coincidencias, se ubican los parecidos con el programa de su actual socio Mauricio Macri.
Milei dijo hasta el hartazgo en campaña que "una Argentina distinta era imposible con los mismos de siempre" y que había que hacer cosas "nuevas" para salir de esta crisis. Los mismos de siempre son parte de su gabinete y sus políticas económicas no auguran un final distinto al de los períodos en que ya fueron aplicadas.