Un fuerte susto sacudió al mundo del fútbol. Roberto Carlos, campeón del mundo con la Selección de Brasil y emblema de Real Madrid, debió ser sometido a una cirugía cardíaca de urgencia tras detectarse una afección grave durante un chequeo médico de rutina en San Pablo. El exlateral fue internado de inmediato y, aunque la intervención se extendió más de lo previsto, evoluciona favorablemente y se encuentra fuera de peligro.
La situación se originó cuando Roberto Carlos acudió a un centro médico en Brasil para realizarse estudios vinculados a un pequeño trombo en una de sus piernas. Sin embargo, durante los controles, los especialistas decidieron ampliar los exámenes con una resonancia de cuerpo completo y allí detectaron una anomalía significativa en el funcionamiento de su corazón.
Ante el diagnóstico, el equipo médico resolvió su internación inmediata y la necesidad de una intervención quirúrgica de urgencia, una decisión que buscó evitar complicaciones mayores en un cuadro que podría haber derivado en consecuencias más graves.
Una cirugía más compleja de lo esperado para Roberto Carlos
La operación consistió en la colocación de un catéter y, si bien en un principio estaba prevista para durar alrededor de 40 minutos, terminó extendiéndose durante casi tres horas. Según informaron medios europeos, el procedimiento se prolongó por dificultades surgidas en el quirófano, lo que generó preocupación en el entorno del ex futbolista.
Finalmente, la cirugía fue exitosa y el exfutbolista salió del quirófano sin riesgo. Tras la intervención, el cuerpo médico decidió mantenerlo internado bajo observación para controlar su evolución y prevenir eventuales complicaciones posteriores.
Fuera de peligro y en recuperación
Tras el susto inicial, el panorama es alentador. Los médicos decidieron continuar con la observación clínica para acompañar su recuperación, aunque el pronóstico es positivo. El episodio sirve como recordatorio de la importancia de los controles médicos, incluso en figuras que han mantenido una vida ligada al alto rendimiento deportivo. El mundo del fútbol sigue atento a la evolución de Roberto Carlos, una estrella que marcó época y que hoy atraviesa un nuevo desafío, esta vez lejos de las canchas.
El mensaje tranquilizador del exfutbolista
Luego del procedimiento, el propio Roberto Carlos llevó tranquilidad a través de un breve mensaje difundido por la prensa: “Ahora ya estoy bien”, expresó el ex jugador, confirmando que su estado de salud es estable y que la situación está controlada.
La noticia, de todos modos, generó un fuerte impacto entre los hinchas y en el ambiente del fútbol internacional, dada la relevancia histórica del brasileño y el carácter inesperado del episodio.
Un descanso en Brasil que terminó en susto
El ex defensor, de 52 años, se encontraba en Brasil disfrutando de unos días de descanso junto a su esposa y uno de sus hijos cuando ocurrió el episodio. Habitualmente reside en España por su vínculo institucional con el Real Madrid, pero había viajado a su país natal para realizarse un chequeo médico de rutina.
Lo que parecía un control sin mayores sobresaltos terminó revelando un problema cardíaco que obligó a actuar con rapidez y modificó por completo el panorama.
Leyenda absoluta de Real Madrid y Brasil
La preocupación por su salud se explica también por el lugar que ocupa Roberto Carlos en la historia del fútbol. El brasileño es una de las grandes leyendas del Real Madrid, club en el que jugó entre 1996 y 2007 tras su paso por el Inter de Milán.
Durante más de una década en el conjunto merengue disputó más de 500 partidos oficiales y fue una pieza clave en la era de los Galácticos. Ganó tres Champions League, cuatro Ligas españolas, dos Copas Intercontinentales y múltiples Supercopas, además de integrar en varias oportunidades el once ideal de la FIFA.
A nivel internacional, Roberto Carlos también dejó una marca indeleble con la selección de Brasil. Disputó más de 120 partidos con la Verdeamarela y fue campeón del mundo en Corea-Japón 2002, además de conquistar dos Copas América y una Copa Confederaciones.
Su potencia física, su despliegue ofensivo y, sobre todo, su precisión en los tiros libres —con el inolvidable gol a Francia en 1997— lo transformaron en uno de los laterales izquierdos más influyentes y reconocidos de todos los tiempos.
