El jugador argentino Francisco Cerúndolo será el líder del equipo que conduce Guillermo Coria en la Copa Davis. Apenas 140 días después de su primer partido, el tenista ahora será la raqueta principal ante Finlandia en la vuelta de las finales del prestigioso torneo de tenis.
El mayor de los hermanos Cerúndolo, actual 31º del circuito, se convirtió en un hombre importante para el equipo. Tal es así que se convirtió en la raqueta número uno del equipo. Argentina ahora necesita cosechar la victoria para tratar de volver a jugar la ronda final. De esta forma, Fran tiene la responsabilidad de ser la primera raqueta del equipo. En charla con la AAT agregó: “Creo que por un lado está bueno porque ya sabés que te va a tocar jugar y, más o menos, quién va a ser tu rival. Entonces lo podés preparar con un poco más de anticipación”.
Sin embargo, más allá de ese comentario, Cerúndolo que viene de tener un gran 2022 añadió que el equipo está muy bien porque se matan "de risa, hay muy buena química entre todo el equipo, muy buenos entrenamientos, juegos, almuerzos y cenas. La estamos pasando bien y eso es clave para llevar la semana de la mejor manera, sin tantos nervios ni presión. Facu y Pedro nunca jugaron, entonces entre todos la estamos pasando muy bien y eso es clave para que, al que le toque jugar el fin de semana, pueda entrar de la mejor manera”.
Por otro lado, con respecto a la superficie que le tocará jugar, Cerúndolo añadió que la cancha "es un poco rápida" porque es un cemento donde la pelota "patina mucho" y espera que eso no cambie. "No sé cómo estará la cancha del estadio principal, pero calculo que será similar. Nos van a poner un cemento bastante rápido que es donde ellos se desempeñan mejor”, añadió el singlista número uno del equipo que dirige Guillermo Coria. En este punto, el jugador será el líder del conjunto nacional agregó que “las pelotas ayudan, porque son pelotas pesadas y hacen que la cancha sea un poco menos rápida”, y la comparó con otras superficies del circuito: “A mí me hace acordar al Masters de París. Me tocó jugar en la cancha 2, donde la sentí muy rápida, la pelota pica muy baja, patina y no levanta mucho”.