El segundo jueves de abril de 1981, Tom Lasorda, mánager de los Dodgers, se vio obligado a mandar al montículo a un joven de 21 años ante las lesiones de sus lanzadores estelares.
El mexicano Fernando Valenzuela, en ese entonces un desconocido imberbe, no desaprovechó la oportunidad, iniciando la "Fernandomanía", fenómeno que estuvo vigente en gran parte de Norteamérica durante toda la década de 1980.
Nacido el 1 de noviembre de 1960 en el pueblo de Etchohuaquila, Sonora, en el norte de México, "El Toro" -apodado así por su corpulencia- descubrió su camino a los 13 años cuando jugaba béisbol con sus amigos como jardinero derecho.
MÁS INFO
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Pero aburrido por no tener mucha participación en esa posición y desesperado porque su equipo iba perdiendo pidió la oportunidad de ser el lanzador, logrando sacar los outs necesarios para que su equipo ganara. Desde ese momento, Valenzuela ya no se bajó del montículo.
El lanzador zurdo, considerado el mejor beisbolista mexicano de la historia en Grandes Ligas, murió el martes sin conocer las causas de su deceso tras pasar varios días en un hospital de Los Ángeles.
"El destino ya estaba para llegar a una organización como Los Ángeles y estamos muy contentos de haber estado en esa organización", dijo Valenzuela a la cadena ESPN en 2011.
El mexicano cerró ese 1981 con broche de oro, al coronarse campeón de la Serie Mundial con los Dodgers, ser nombrado Novato del Año y ganar el trofeo Cy Young (que se entrega al mejor lanzador de la temporada), lo que lo convirtió en el deportista más conocido en Estados Unidos y México.
Figuras, fotografías, estampas, camisetas con el número 34 que usaba Valenzuela, además miles de apariciones en medios de comunicación e incluso reuniones con personajes de la política como el entonces presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, fueron parte de la llamada "Fernandomanía".
"Ser un novato, llegar a una Serie Mundial y ganarla es el momento máximo en mi carrera en Los Ángeles", dijo Valenzuela en varias ocasiones.
TIERRA DE BÉISBOL
Antes de llegar a los Dodgers, Valenzuela inició su carrera profesional en 1977 con los Mayos de Navojoa. Posteriormente jugó para Tuzos de Guanajuato, Ángeles de Puebla y Leones de Yucatán, donde fue visto por el cubano Mike Brito, un cazatalentos de las Grandes Ligas.
Tiempo después, los Dodgers contrataron a Valenzuela por 120,000 dólares: 20,000 para Fernando y el resto para el club.
Ya en los Dodgers, el equipo solicitó al exlanzador Bob Castillo que le enseñara a tirar el famoso "tirabuzón", lanzamiento con efecto donde la pelota hace un movimiento extraño antes de llegar al bateador. Con el tiempo el mexicano perfeccionó el movimiento y lo convirtió en su principal arma.
En 1988, una lesión en el hombro izquierdo lo marginó toda la temporada en la que los Dodgers se coronaron campeones, pero dos años después regresó espectacularmente al lanzar un "no hit no run" ante los Cardenales de San Luis en junio de 1990.
Tras salir de los Dodgers en 1991, "El Toro" jugó con Angelinos de Los Ángeles, Orioles de Baltimore, Phillies de Filadelfia, Padres de San Diego y Cardenales de San Luis, club con el que finalizó su carrera en las Grandes Ligas en 1997.
Su récord en su carrera de ganados y perdidos es de 173-153, con un promedio de carreras limpias de 3.54 en Ligas Mayores.
Años después regresó a los Dodgers como comentarista en los partidos del equipo y en 2019 fue entronizado al salón de la fama del béisbol mexicano.
"Sin duda alguna que Fernando Valenzuela es el mejor beisbolista que ha dado nuestro país, él fue el que nos abrió el camino a todos nosotros y fue el que hizo que todo el mundo empezara a mirar hacia México como una buena tierra de béisbol", dijo Vinicio Castilla en 2012.
Con información de Reuters