Netflix se ha consolidado como una de las plataformas de streaming más populares en el mundo. Una de las claves de su éxito son las series. Pensadas para todos los gustos y edades, estas producciones episódicas se convirtieron en las perlas del catálogo del servicio, que sigue acumulando nuevos suscriptores.
Claro ejemplo de ello es Celda 211, una serie que se estrenó en el catálogo del gigante del streaming de la "N" roja el pasado 5 de febrero. Desde entonces, no ha hecho más que ganar popularidad. Para que una producción se convierta en un éxito no solo debe contar una gran historia, sino que además tiene que tener un reparto atrás que esté a la altura. A continuación te contamos quiénes actúan en la serie de Netflix.
Reparto de Celda 211: quiénes actúan en la serie de Netflix
Celda 211 se convirtió en una de las series más populares de Netflix, y es que su reparto ha conquistado a quienes se encuentran del otro lado de la pantalla. A continuación te contamos quiénes son los actores y actrices que protagonizan esta producción:
- Diego Calva como "Juan Oliver".
- Noé Hernández como "Calancho".
- Alejandro Puente como "Gustavo 'Baldor' Aguilar".
- Roberto Duarte como "Carajo".
- Pedro de Tavira como "Ramírez".
- Ernesto Meléndez como "Yori".
- Paloma Alvamar como "Valentina", la hermana de "Calancho".
- Rodrigo Magaña como "Poeta".
- Karen Sandoval como "Marisa".
- Ana Sofía Gatica como "Helena".
- Gerardo Taracena como "Cándara".
- Héctor Jiménez como "Armando Carrizales".
- Giovanna Zacarías como "Lupe".
- Antonio Fortier como "Santos".
- Antonio Monroi como "Catemaco".
¿De qué trata Celda 211?
Celda 211 es una serie mexicana, disponible en Netflix, inspirada en la novela homónima y en el motín real ocurrido en una prisión estatal de Ciudad Juárez el 31 de diciembre de 2022.
La historia sigue a un abogado de derechos humanos que, en lo que parecía ser un día rutinario, queda atrapado en medio de un violento levantamiento carcelario. Para sobrevivir en un entorno hostil donde los guardias han perdido el control, se ve obligado a asumir una nueva identidad y hacerse pasar por un recluso.
A medida que el caos se intensifica y sufre una pérdida personal devastadora, su moralidad comienza a desdibujarse. Lo que en un principio era una estrategia de supervivencia pronto se convierte en una transformación profunda, en la que debe enfrentarse a sus propios límites y a la brutalidad del sistema penitenciario.