Netflix sigue apostando por miniseries de suspense, y Solo una mirada no fue la excepción. La nueva producción polaca, basada en la novela homónima de Harlan Coben, rápidamente se convirtió en un éxito en la plataforma. Con solo seis episodios, la serie mantiene a los espectadores al filo de sus asientos con su combinación de misterio, drama y giros inesperados.
La trama sigue a Greta, una diseñadora de joyas cuya vida da un vuelco cuando encuentra una antigua fotografía. Este descubrimiento desencadena la desaparición de su esposo, Jacek, y la sumerge en una red de secretos que se remontan a un fatídico evento ocurrido quince años atrás. A lo largo de la serie, el espectador es testigo de una intrincada historia de identidades falsas, asesinatos y un pasado oculto que finalmente sale a la luz. Sin embargo, el desenlace dejó algunas preguntas en el aire. A continuación, te explicamos su final.
Final explicado de "Solo una mirada", la serie de Netflix
En los últimos episodios de Solo una mirada, Greta descubre que su esposo Jacek no es quien decía ser. En realidad, su identidad había sido suplantada por Szymon Adamiuk, un exmiembro de la banda LAAD, obligado a asumir el rol del verdadero Jacek tras su muerte accidental.
Este hecho clave se conecta con un incidente ocurrido hace quince años en un concierto en Steel Mill, donde el auténtico Jacek murió en una pelea con Jimmy D, el famoso cantante. Sandra, quien decía ser su hermana mayor, decidió encubrir el crimen y quemar el lugar para eliminar cualquier evidencia. Así, utilizó a Wiktor Lewinski como chivo expiatorio y forzó a Szymon a asumir la identidad de Jacek para acceder a la herencia familiar.
Mientras tanto, Alex, la hija del fiscal Borys Gajewicz, había descubierto la verdad y estaba dispuesta a revelarla, lo que llevó a Sandra a ordenar su asesinato. Del mismo modo, Sylwia, otra integrante de LAAD, y el propio Jimmy D fueron eliminados por Robert Bonczyk bajo las órdenes de Sandra.
En el final de la historia, Szymon, gravemente herido, le confiesa todo a Greta antes de morir. Ella enfrenta a Sandra y graba su confesión, lo que permite su arresto. Sin embargo, en un último giro, Borys admite que plantó intencionalmente la fotografía en las vacaciones de Greta, creyendo erróneamente que Szymon era el asesino de su hija. Pero el mayor impacto se produce cuando Greta recuerda que fue ella misma quien tomó aquella foto años atrás. Esa imagen, perdida en el tiempo, fue la pieza clave que destruyó la red de mentiras construida durante más de una década.