Un libro para mirar los noventa contra Milei

23 de diciembre, 2025 | 07.54

Algo imperceptible es aquello que no se puede apreciar -no se puede ver, no se puede oír- a menos que uno haga un esfuerzo de atención. Con esta premisa parece productivo leer el nuevo libro de Sebastián Scolnik, “Breve historia de lo imperceptible”, donde conversa varios actores políticos e intelectuales que exigen afinar la mirada para vislumbrar de manera clara y distinta los desafíos y deseos de la construcción colectiva.

El libro es resultado de un ciclo de encuentros públicos que se llevaron a cabo en el J. J. Circuito Cultural, un espacio de militancia de la zona del Abasto, en el que se activan fiestas, charlas, ferias y demás modos del encuentro, donde se piensa y se practica la crítica.

¿Qué hacer en la Argentina gobernada por Milei?¿Cómo reconstruir, habitar e interrogar colectivos en estos tiempos? Una punta es comenzar a juntarse. En palabras del colectivo del JJ: “El ciclo se originó a partir de una serie de encuentros de nuestro grupo con el Ruso (Scolnik) para pensar qué hacer con la desesperación, la impotencia y la angustia que nos atravesaba -y nos atraviesa- con la victoria de Milei. A nosotros, militantes políticos, las elecciones de 2023 nos confirmaba la imposibilidad de construir de la misma forma que lo habíamos hecho antes. Más que una derrota electoral nos pareció el síntoma de un mundo que se nos escapaba”.

El centro cultural sostuvo e incrementó sus actividades, intervenciones, convocatorias, al mismo tiempo que fundó la biblioteca “Mañana de sol” y una editorial cuyo primer libro es el aquí tratado. Todo esto es de por sí alcanza para pensar qué hay de vital en las derrotas.

Scolnik fue militante -en los 90- de la agrupación universitaria “El Mate”, conformó el colectivo Situaciones y la editorial Ediciones de la Biblioteca Nacional. Por su parte, encontramos que el pensamiento político surge en condiciones inesperadas, que no trabaja sobre coordenadas estables, sino que es requerido en circunstancias límite, cuando el mundo de sentidos y representaciones en el que nos movemos se agota. La fuerza del pensamiento se pone a prueba cuando las imágenes y las palabras con las que contamos para explicarnos las cosas se desvanecen en medio de la conmoción.

“Entre estas cavilaciones, tramadas por la angustia, pero también por la pulsión vital de rearmarse para la pelea, pensamos este ciclo de charlas públicas con la idea de traer antiguas formas de concebir la relación entre la teoría y la práctica, entre experiencia y pensamiento, que no estuvieran reglados por el modelo político de las dos últimas décadas post 2001, que solicitó encuadramientos y obediencias”, nos dice Scolnik para presentarnos el marco de épocas y tensiones políticas que se despliegan en el libro, donde se suceden sus diálogos con Diego Sztulwark, María Pía López, Javier Trímboli, Neka Jara, Mario Santucho, el Grupo de Arte Callejero y Verónica Gago.

Estas charlas parecen acudir a un archivo vivo, de experiencias plasmadas en acciones y publicaciones. Archivo en el que se puede encontrar materiales e indicios con los que leer a los precursores de una posible nueva imaginación política, a una nueva creatividad militante para el tiempo venidero.

El problema del traspaso intergeneracional de las tradiciones de lucha, el recuerdo afectivo de Horacio González (“Siempre volvemos a hablar de Horacio”), las experiencias piqueteras, de tomas de tierra, de resistencia en parroquias de la zona sur del conurbano, el nacimiento de H.I.J.O.S. y el trabajo de investigación e intervención de los escraches a los genocidas que vivían libres con total impunidad. La vivacidad del mundo editorial y las publicaciones de revistas donde se dirimían alianzas y enemistades, donde los jóvenes militantes de los 90 podían arriesgar lecturas al tiempo que iban encontrando un oficio y una inscripción en el entramado social. Experiencias que, leyendo esta “Breve historia…”, expresan una ética militante que vale la pena reponer.

Estos temas se conjuran en un libro que aparece no como un resoplido melancólico sino como apuesta a romper con la fofera contemporánea rescatando experiencias en las que tenemos algo novedoso que escuchar si hacemos el esfuerzo de percepción necesario.

“En estas conversaciones hemos tratado de trazar un haz de luz a través de recorridos biográficos para auscultar otros modos del hacer que fueron desechados, pero que laten en muchos de los razonamientos colectivos en los que creemos reconocernos” afirma Scolnik en las palabras preliminares del libro, donde se postula un fuerte enunciado del que no hay forma de salir indemne: ¿Somos una continuidad de los que vinieron antes o debemos afirmarnos en nuestra diferencia? Una generación debe enfrentarse con ese dilema. Y en el modo con el que nos medimos con el pasado se forma nuestro temperamento.