La recetas indican los pasos básicos que se deben implementar para alcanzar el resultado esperado, pero en el caso de la tortilla de papa no todos eligen respetar el proceso de cocción establecido y esto puede materializar elaboraciones con diferentes puntos. Algunos las prefieren secas, mientras que otros van por el camino opuesto.
Con pocos ingredientes para mezclar, se trata de uno de los platos que los argentinos consumen con cierta frecuencia ya sea que se encuentren en la comodidad de su hogar o en algún restaurante de la Ciudad de Buenos Aires. Al momento de realizar el pedido, se necesita esbozar una aclaración porque no todos disfrutan a la tortilla en el mismo punto de cocción.


"Este es el punto perfecto de la tortilla y me pegaré con cualquiera que piense diferente", expresó Kaladrink, como figura su usuario de X (Ex Twitter). La imagen expone que la porción de papas se encuentra en un punto que es denominado babé. El secreto de esta cocción es que cada lado de la preparación tiene que ser sacudido entre cuatro y seis veces, además de que no debe superar el minuto de fuego.
Y la lluvia de comentarios en el posteo no tardó en llegar. "Ni en mis peores pesadillas sale esa tortilla. Cómanse la gallina viva, ya que están", expresó una mujer. "A mí, la salmonella me gusta un poco más hecha, pero qué se yo", se sumó un hombre en un tono bastante irónico. "Completamente de acuerdo, qué manjar!", respondió un usuario que comparte el mismo gusto.
Los riesgos de consumir huevo crudo
Muchos alimentos que se encuentran en la cocina deben pasar por un tiempo considerable en contacto con el fuego para que este elimine las bacterias que disponen. En el caso de los huevos, se recomiendan que estén cocidos, debido a que pueden transmitir salmonella. Una que puede desarrollar síntomas leves como fiebre, diarrea, vómitos y consecuencias graves vinculadas con diarrea con sangre, intolerancia al agua acompañada de vómitos y deshidratación.
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La mejor forma de evitar esta enfermedad es lavar los alimentos de manera correcta para eliminar cualquier tipo de bacteria presente o suciedad sobre su superficie. Este paso no se aconseja con los huevos y las carnes de vaca, cerdo y pollo. Alcanza con cocinarlas bien al punto que no haya rastro de una jugosidad roja. Además, se deben higienizar los instrumentos de cocina para evitar que se registre una contaminación cruzada.
Al momento de guardar los alimentos, lo importante es que los crudos se encuentran protegidos y no compartan el mismo lugar que aquellos que ya están aptos para ser consumidos. Cada uno debe tener su propio recipiente y protegido para que la bacterias no circulen dentro de la heladera.