En muchos de los festejos por la llegada del Año Nuevo, las familias decidieron compartir la cena con un asado y desde hace un tiempo comenzó a popularizarse la inclusión de la provoleta. Un queso con un sabor único que le da un toque especial a los cortes de carne. Sin embargo, son pocos los que saben cocinarlo sin que se desarme.
El calor de las brazas puede provocar que el disco de queso rompa su forma de manera inmediata y quede una especie de líquido al momento de retirarlo del fuego. Un estado que para algunas personas es aceptable, pero lo ideal es que su forma perdure mientras se lo está cocinando. Una serie de consejos permite elaborarlo en la parrilla y que además adquiera un tono ahumado.
Las claves para hacer una buena provoleta
"Ante esta consulta daré a continuación, y por única vez, las CINCO CLAVES para una provoleta perfecta. Esto no busca repercusión y sólo persigue el dejar un testimonio permanente en guardados para futuros provoleteros", manifestó Seba Varela del Río, como figura su usuario de X (Ex Twitter).
- Primer consejo: lo importante es comprar un buen producto, y para ello es necesario considerar que puede costar caro. Las más baratas pueden no ser ideales para cocinar en la parrilla.
- Segundo consejo: es recomendable que la provoleta salga del empaque 24 horas antes del asado. Esto provocará que se estacione y adquiera una costra ideal para mandarla al fuego.
- Tercer consejo: usar un recipiente de metal para cocinar a la provoleta porque el aluminio generará que la misma se funda más rápido y se vuelva muy aceitosa.
- Cuarto consejo: que la porción de provoleta no sea finita, porque se transformará en una costra y no se podrá disfrutar de su sabor.
- Quinto consejo: solo se necesita un poco de aceite o manteca, que esto depende de la elección de las personas, y el fuego tiene que estar muy fuerte para que se forme la costra.
¿Por qué hay que usar sal gruesa para el asado y cómo influye en la cocción de la carne?
Es normal apreciar en las góndolas de los supermercados que se vendan sales destinadas de manera exclusiva para elaborar un asado, y que tiene una considerable diferencia con aquella que se utiliza de forma regular. Si bien, la elección queda a gusto de las personas, hay consejo más que interesante sobre por qué usa la gruesa y no la fina.
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Antes de colocar la carne en el fuego, los expertos recomiendan que la misma debe salarse con sal gruesa. Esto es producto de que no se va a derretir tan rápido con el paso del tiempo. Al perder su forma, los cristales penetran en el tejido del alimento y alteran de gran manera su sabor. Algo que puede provocar cierto rechazo al momento de consumirlo en caso de usar sal fina.