Nemo, quien ganó el Festival de la Canción de Eurovisión representando a Suiza en 2024, declaró el jueves que iba a devolver su trofeo en la protesta por la participación continuada de Israel en el concurso a causa de la guerra en Gaza.
Nemo, cantante de género no binario que ganó en Malmö con "The Code", una canción de batería y bajo, ópera, rap y rock, dijo que la participación continuada de Israel iba en contra de los ideales del concurso de inclusión y dignidad para todas las personas.
Los comentarios son la protesta más reciente contra la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora de Eurovisión, que ha visto cómo cinco países se retiraban después de que la semana pasada autorizara a Israel a participar en el certamen del año que viene en Austria.
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"Eurovisión dice que representa la unidad, la inclusión y la dignidad de todas las personas. Y estos son los valores que hacen que este concurso sea tan significativo para mí", dijo Nemo en una publicación en la red social Instagram.
"Pero la continua participación de Israel, durante lo que la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU (sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluido Jerusalén Este, e Israel) ha concluido que es un genocidio, muestra que hay un claro conflicto entre esos ideales y las decisiones que está tomando la UER".
Israel ha rechazado en repetidas ocasiones cualquier acusación de genocidio, afirmando que ha respetado el derecho internacional y que tiene derecho a defenderse tras el ataque transfronterizo dirigido por Hamás desde Gaza el 7 de octubre de 2023 que precipitó la guerra.
Islandia no participará en el Festival de Eurovisión de 2026, según anunció el miércoles RUV, la radiotelevisión pública del país, sumándose así a España, Países Bajos, Irlanda y Eslovenia, que también se han retirado, señalando la conducta de Israel en la guerra de Gaza.
Nemo dijo que estaba claro que algo iba muy mal cuando los países se retiraban del concurso, y añadió que devolvería su trofeo de Eurovisión a la sede de la UER en Ginebra.
"No se trata de individuos o artistas. Se trata del hecho de que el concurso se haya utilizado repetidamente para suavizar la imagen de un Estado acusado de graves irregularidades, mientras la UER insiste en que este concurso es apolítico", dijo Nemo.
Nemo dijo que tenía un mensaje claro para la UER, que organiza el concurso que llega a unos 160 millones de telespectadores.
"Vivan lo que dicen. Si los valores que celebramos en el escenario no se viven fuera de él, entonces hasta las canciones más bonitas carecen de sentido", dijo Nemo.
"Estoy esperando el momento en que esas palabras y acciones se alineen. Hasta entonces, este trofeo es suyo".
Con información de Reuters
