El "Ojo de Buda" es la marca que pocas personas tienen en su dedo pulgar

En el universo de la quiromancia, una disciplina ancestral que interpreta las líneas de las manos, existe un símbolo poco común que despertó tanto fascinación como misterio: el llamado “Ojo de Buda”, también conocido como ojo de intuición o por su nombre japonés Butsugen no sou. Se trata de una figura similar a un ojo (sin pupila) que puede formarse a partir de las líneas presentes entre las dos falanges del dedo pulgar, en una o ambas manos.

Si bien la lectura de manos suele asociarse a tradiciones populares vinculadas a brujas o gitanas, algunos especialistas desarrollaron una mirada más profunda y seria sobre la quiromancia, incorporando conocimientos de diversas culturas para reinterpretar estos signos. El Ojo de Buda es considerado hoy por quienes practican la quiromancia como una marca de gran significado espiritual. Se le atribuye una conexión directa con la intuición, la protección energética y una capacidad para percibir lo invisible. En Japón, por ejemplo, se asocia con el don del reikan, una sensibilidad especial que permitiría a ciertas personas percibir presencias, espíritus o energías que escapan a los sentidos convencionales.

Este tipo de percepción no requiere estados alterados ni situaciones extremas: quienes poseen esta marca podrían experimentar este tipo de sensaciones en momentos cotidianos y de total calma. Además, se cree que estas personas desarrollan una protección natural contra influencias negativas, algo que también beneficia a su entorno cercano.

El interés por este signo creció en los últimos años luego de que una historieta japonesa o manga incluyera al Ojo de Buda en su trama, rescatando una creencia tradicional que había quedado en el olvido. Más allá de Japón, el símbolo encuentra ecos en otras culturas: la vidente española Máxica lo compara con el Ojo de Ra de la mitología egipcia, vinculado a la sabiduría, la visión divina y la capacidad de repeler el mal.

“Cuando aparece en una lectura de manos, el Ojo de Buda indica que estamos frente a alguien con una profunda intuición espiritual, posible capacidad de sanación o una conexión con lo divino”, afirma la especialista. En muchos casos, se interpreta también como una señal de liderazgo espiritual o de un propósito de vida relacionado con el servicio a los demás.

El Ojo de Buda no es común, y no todos lo tienen. Pero quienes lo descubren en sus manos pueden considerar que están ante un potencial don que, como cualquier habilidad, puede cultivarse, explorarse o simplemente dejarse estar. Su significado trasciende la curiosidad: plantea una forma distinta de ver el mundo, más atenta a lo intangible.

Qué es la queratodermia, la enfermedad hereditaria que afecta a manos y pies

Entre las enfermedades poco comunes, pero con cierta incidencia en la población, se encuentra la queratodermia. Este trastorno genera un notable engrosamiento de la piel en las palmas de las manos y las plantas de los pies, afectando significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.

Según explican especialistas del Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), la queratodermia tiene un origen hereditario y está relacionada con una producción excesiva de células cutáneas, lo que provoca una constante sensación de caminar sobre superficies ásperas y rígidas.

"El grosor de esta capa de piel no solo reduce la sensibilidad en los pies, sino que también ocasiona dolorosas grietas y la impresión de que los calcetines se enganchan en la piel, debido a su textura áspera y desigual", detallan desde el ICOPCV. Jorge Escoto, podólogo y miembro de la Junta Directiva del ICOPCV, explica que “en condiciones normales, las células de la piel se regeneran continuamente, con nuevas células formándose en las capas profundas y las más antiguas desprendiéndose en la superficie. Sin embargo, en la queratodermia, este proceso se desequilibra debido a la hiperqueratosis, lo que resulta en un engrosamiento anormal de la piel”.

Cuáles son las tres variantes principales de queratodermia

Los especialistas clasifican la queratodermia palmo-plantar en tres variantes:

1. Difusa: se manifiesta en los primeros meses de vida y se caracteriza por un engrosamiento simétrico y uniforme en las palmas y las plantas.

2. Focal: aparece como masas compactas de queratina en áreas de presión repetida, adoptando formas circulares o estriadas.
3. Punctata: presenta pequeñas lesiones queratósicas en forma de gotas, distribuidas en la superficie afectada.