Argentina es un país de una diversidad geográfica impresionante, con regiones que albergan paisajes y climas completamente distintos. Esta variedad también se refleja en su gastronomía, una fusión de sabores que combinan la herencia de los pueblos originarios con las influencias que llegaron con la conformación de la nación. Desde el norte con sus empanadas y tamales, hasta la Patagonia con sus corderos al asador y frutos del bosque, cada rincón del país tiene su propio sello culinario.
Un claro ejemplo de esta riqueza gastronómica es el curanto, un ritual culinario que tiene sus raíces en la cultura mapuche y que aún hoy sigue vigente en el sur del país. En especial, Bariloche se ha convertido en el epicentro de esta tradición milenaria que se transmite de generación en generación. Tanto es así que este domingo 16 de marzo se celebra la Fiesta Nacional del Curanto en Colonia Suiza.
¿En qué consiste el ritual del curanto?
La cocina patagónica se destaca por su historia y sus sabores inconfundibles, y el curanto es una de sus expresiones más auténticas. En Colonia Suiza, una pequeña localidad cercana a Bariloche, esta tradición está tan arraigada que se considera parte del ADN de sus habitantes.
Se cree que el curanto llegó a la región desde las islas de la Polinesia, donde aún hoy algunos pueblos maoríes cocinan de manera similar. A través del Pacífico, esta técnica ancestral se extendió por Chile y Argentina, y con el tiempo, se adaptó a los ingredientes locales. En su versión original, la preparación incluía mariscos y pescados; sin embargo, en la Patagonia, las carnes de caza y cría reemplazaron a los ingredientes marítimos.
El término "curanto" proviene de la lengua mapuche y significa "piedra caliente". Su preparación consiste en cavar un hoyo en la tierra y colocar piedras al rojo vivo en su interior. Luego, los alimentos se disponen sobre estas piedras y se cubren con hojas de maqui, una planta autóctona. La cocción se realiza al vapor, lo que da como resultado una comida tierna y llena de sabor. Entre los ingredientes más comunes están las carnes de vaca, cerdo y pollo, además de vegetales como zapallos, papas, batatas y manzanas. Para completar el banquete, se suman preparaciones tradicionales como el milcao y el chapalele.
En la Fiesta Nacional del Curanto, el momento más esperado es el destape del curanto, que este año se llevará a cabo a las 14. Además, los visitantes podrán degustar otras delicias regionales como trucha al disco, asado, empanadas, tacos, tortas fritas y cerveza artesanal. Para quienes deseen probar este ritual en otros momentos del año, en Colonia Suiza hay varios lugares especializados, como la Feria Regional, Patio Pucará, Curantos de Víctor Goye y Paradero Alpen Hof.