Furor por el "desfile de planetas" que podrá observarse en el cielo: cuándo sucederá el fenómeno

Un particular suceso está teniendo lugar entre los planetas del sistema solar y, si se presta atención, podrá verse desde el cielo argentino. El fenómeno bautizado con el nombre de "desfile de planetas" se trata de un efecto visual que se da cada cierta cantidad de años y que, después de mucho tiempo, se puede observar en el país.

Según el astrónomo Mario Tafalla del Observatorio Astronómico Nacional, este evento ocurre cada varios años y "permite observar múltiples planetas al anochecer". En esta ocasión, Saturno, Venus, Júpiter y Marte son visibles a simple vista, incluso desde áreas con cierta contaminación lumínica. Por ejemplo, Venus destaca por su brillo y puede observarse claramente desde el centro de Buenos Aires. Sin embargo, para apreciar Urano y Neptuno, que son más distantes, es necesario usar un telescopio.

Tafalla señala que, para observar todos los planetas, especialmente Mercurio que será visible la semana del 24 de febrero, es recomendable situarse en un lugar con el horizonte oeste despejado, como una zona rural y de llanura, ya que algunos planetas estarán bajos en el horizonte. Se anticipa que en aproximadamente dos semanas, Saturno y Mercurio desaparecerán del horizonte visible.

Este tipo de alineaciones planetarias no tiene implicaciones científicas significativas, pero ofrece una oportunidad única para los amantes de la astronomía de disfrutar de la majestuosidad del sistema solar desde la Tierra.

El fin del sol: el descubrimiento de la NASA que debería preocuparnos a todos

Es imposible pensar en un mundo sin sol, pero aunque parezca algo lejano, los científicos de la NASA y la Universidad de Warwick, en Inglaterra, determinaron cómo y cuándo ocurrirá el fin de nuestra estrella. Para hacerlo, los científicos estudiaron estrellas similares al Sol que ya hayan llegado al final de su ciclo de vida.

Estas observaciones fueron las que les permitieron predecir con mayor precisión cómo va a ser el proceso de muerte de nuestra estrella y qué efectos tendrá sobre la Tierra. El Sol, como todas las estrellas, tiene un ciclo de vida. Dentro de aproximadamente 5.000 millones de años, se va a quedar sin su combustible principal: el hidrógeno. Cuando esto ocurra, va a empezar a fusionar helio, lo que provocará que se expanda y se convierta en una gigante roja.

En esta fase, el Sol va a crecer tanto que absorberá a los planetas más cercanos, como Mercurio y Venus. La Tierra, aunque no vaya a ser devorada, va a sufrir temperaturas extremas y una radiación intensa. Los océanos se evaporarán, la atmósfera desaparecerá y el planeta se volverá completamente inhóspito. Finalmente, el Sol colapsará y se transformará en una enana blanca, un remanente estelar pequeño y denso que ya no va a poder sostener la vida en los planetas que queden.

Sin embargo, a diferencia de las supernovas, que son explosiones estelares espectaculares, el Sol no explotará. En cambio, se va a apagar de manera gradual. Este proceso será lento y predecible, pero igualmente devastador para la vida en la Tierra. Los científicos estiman que, mucho antes de que el Sol se convierta en una enana blanca, su creciente luminosidad va a hacer que nuestro planeta sea inhabitable en 1.000 millones de años. Esto significa que, aunque el fin del Sol está muy lejos, los cambios en su energía podrían afectarnos mucho antes.