Desde sus orígenes en el rock argentino hasta la explosión de ritmos urbanos que hoy resuenan a nivel internacional, Fernet Branca fue y es una constante compañera en el festival, impulsando el legado cultural que une a miles de personas. El Paraíso Fernetista, su icónico espacio en el Cosquín Rock, es el claro reflejo de esta unión. Un lugar donde las barreras desaparecen y la música se convierte en el hilo conductor de una experiencia única que solo Fernet Branca puede ofrecer.
“Hablar de Fernet Branca en el Cosquín Rock es hablar de una identidad compartida”, aseguró Javier Sáez, Gerente Regional de Marketing de Fernet Branca. Y es que el festival fue testigo de cómo la marca no solo apoya a los artistas, sino que celebra junto a ellos cada éxito, brindando por cada acorde y cada logro. El Paraíso Fernetista no es solo un punto de encuentro dentro del festival, sino un manifiesto cultural donde la pasión por la música argentina y la amistad se fusionan en un mismo momento, sin importar la edad ni el origen.
Cómo fue El Paraíso Fernetista de Branca en Cosquín Rock
En cada rincón del Paraíso Fernetista, generaciones se encuentran, compartiendo su amor por la música que nació en Argentina y que hoy vibra en todo el mundo. Este espacio en Cosquín Rock fue testigo de miles de historias, de brindis que sellan momentos imborrables, y de la conexión profunda que genera la música. Y es que, más que una bebida, Fernet Branca se transformó en un símbolo de comunidad, de cultura y de pasión por lo que somos.
Fernet Branca no solo es la bebida elegida en el Cosquín Rock, sino que es la chispa que enciende momentos, el brindis que sella amistades y el símbolo de una cultura argentina que se lleva con orgullo a los escenarios internacionales. La marca logró conectar de manera orgánica con su público, respetando y abrazando la esencia de lo que representa este festival, un ícono del arte y la música en nuestro país. El festival que nació hace 25 años, que supo adaptarse y hoy sigue vivo inspirando momentos inolvidables y reafirmando el compromiso de Fernet Branca de llevar la pasión argentina a cada rincón del planeta, convirtiéndose en mucho más que una bebida: en un verdadero embajador cultural de nuestra música y nuestra identidad.