No lo hagas más: los "peligros" de mezclar yogur con arándanos

Los profesionales de la salud dieron a conocer por qué es "contraproducente" consumir arándanos junto con el yogur.

06 de marzo, 2025 | 16.15
Por qué no hay que consumir arándanos con yogur. Cuáles son las desventajas de consumir yogur junto a arándanos como acompañamiento. Por qué no hay que consumir arándanos con yogur. Cuáles son las desventajas de consumir yogur junto a arándanos como acompañamiento.

El yogur con frutas es uno de los desayunos o meriendas más saludables, ya que aporta gran cantidad de fibra y proteína sin necesidad de consumir alimentos ultraprocesados. Sin embargo, ahora se conoció que hay una fruta en particular que no tiene que ser mezclada con este lácteo porque tiene un gran "peligro": los arándanos.

A la hora de pensar en acompañamientos para el yogur, los arándanos aparecen como una de las opciones más simples: no hace falta pelarlos ni cortarlos y se pueden poner directamente en el pote. Sin embargo, un estudio reciente señaló que esta combinación no trae muchos beneficios e incluso puede causar que las propiedades de la fruta se vean disueltas.

El arándano es un alimento rico en vitamina C y con alto nivel de antioxidantes, motivo por el que es muy recomendado su consumo. Sin embargo, en contacto con el yogur y otros lácteos, se pierden sus propiedades antioxidantes y quedan totalmente desaprovechadas. 

Precisamente, según un estudio dirigido por Mauro Serafini determinó que, a la hora de mezclar arándanos con lácteos, su capacidad antioxidante queda inhibida. Así, quienes lo consuman en conjunto estarán solo aprovechando el sabor, pero a nivel nutricional estarán perdiendo las principales propiedades de la fruta.

En cambio, el yogur puede acompañarse con otras frutas, como la frutilla.

No la tires: el beneficio secreto de la cáscara de manzana para la salud

La manzana es una de las frutas más populares del mundo, ya que además de su sabor dulce es muy práctica de transportar y fácil de comer. Sin embargo, hay muchas personas que eligen pelarla desaprovechando la cantidad de beneficios para la salud que tiene en su piel.

La cáscara de la manzana, muchas veces desechada, esconde una gran cantidad de beneficios para la salud que pocas personas conocen. Su alto contenido de fibra insoluble favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento, al mismo tiempo que contribuye a mejorar la digestión. Además, contiene pectina, un tipo de fibra soluble que ayuda a regular los niveles de colesterol en sangre, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Otro de sus grandes aportes es su potente acción antioxidante gracias a la presencia de quercetina, un compuesto que protege las células del daño oxidativo y ayuda a combatir la inflamación en el cuerpo. Este efecto no solo es beneficioso para prevenir enfermedades crónicas, sino que también puede contribuir a fortalecer el sistema inmunológico. Además, el consumo regular de la cáscara de manzana ha demostrado ser útil para mantener estables los niveles de azúcar en sangre, ya que ralentiza la absorción de glucosa y evita picos de insulina, algo fundamental para personas con diabetes o quienes buscan un mejor control metabólico.

Un beneficio menos conocido pero igual de relevante es su capacidad para fortalecer la musculatura. El ácido ursólico presente en la cáscara de la manzana se ha asociado con la reducción del desgaste muscular y la promoción del crecimiento del tejido muscular, lo que la convierte en un complemento natural ideal para personas activas o aquellas que buscan prevenir la pérdida de masa muscular con el paso del tiempo. Incorporar la cáscara de la manzana a la alimentación diaria es una forma sencilla de aprovechar estos beneficios: se puede consumir al comer la fruta sin pelar, en batidos, ensaladas o incluso en infusiones, obteniendo así una fuente natural de nutrientes esenciales para el bienestar general.